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depadre
a hijos

Herencia de pasión

Hace muchas décadas, mi padre plantó 200 olivos en una pequeña parcela de la familia. Eran tiempos de estrecheces, que mi padre siempre recuerda de “mucho esfuerzo y poco almuerzo”. Hoy, cuando paseo por el olivar y contemplo estos árboles majestuosos, ya maduros y plenos de cosecha, no puedo evitar imaginar a aquel niño hundiendo el esqueje en la tierra: ¿Qué pensaría en aquel preciso momento?

Nuestra missión

Un auténtico
AOVE
sin mezclas
ni concessiones
Un Virgen Extra
DE VERDAD!

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